Emmett vive en el medio oeste de EE.UU. con su padre Rob y sus hermanos mayores Elliott y Gavin. Emmett es un gran solucionador de problemas con una mente brillante. Su padre lo describe como "tan elocuente que no sabrías que tiene 11 años. Parece que le dobla la edad". Emmett padece un trastorno del espectro autista (TEA) y ha tenido problemas de desregulación emocional desde muy pequeño. Cuando tenía 9 años, el padre de Emmett le pidió que probara Mightier para ver si podía ayudarle a controlar la frustración.
Emmett fue considerado no verbal durante sus primeros 4 años de vida. Los médicos sospechaban que podía tener problemas de audición, pero la mayoría de las pruebas eran normales. Cuando Emmett tenía 3 años, su familia se dio cuenta de que no se sobresaltaba al oír ruidos fuertes. Una nueva ronda de pruebas demostró que Emmett era capaz de oír, pero que no escuchaba a su familia, lo que llevó a los médicos a detectar y finalmente diagnosticar a Emmett un TEA. Cuando Emmett tenía 4 años, sus padres le compraron un cachorro para que le hiciera compañía, lo que supuso un punto de inflexión para él verbalmente y en términos de algunos de sus retos sensoriales más extremos. Aunque a esa edad Emmett no toleraba la suciedad (ni en la ropa ni en los zapatos), empezó a salir a jugar con el cachorro, incluso cuando éste se revolcaba en la tierra. Emmett también empezó a hablar cuando llegó el cachorro y, en poco tiempo, pasó de no pronunciar apenas ninguna palabra a hablar con frases completas.
Desde que era un niño pequeño, Emmett se frustraba con mucha facilidad. Muchos de sus momentos de mayor frustración estaban relacionados con sus extremas dificultades para expresarse. Emmett no intentaba hacer daño a nadie durante sus arrebatos. Pero cuando estaba en su peor momento, arremetía y se ponía agresivo. El centro de preescolar de Emmett no estaba bien equipado para ayudarle con los problemas a los que se enfrentaba, lo que resultaba muy estresante para todos los implicados y acabó provocando que su familia lo sacara del colegio. En la guardería, Emmett empezó a ir a una escuela para niños autistas, y desde entonces su comportamiento en la escuela no ha sido tan problemático. Pero en casa, y en la comunidad con su familia, la gestión de la frustración de Emmett seguía siendo un problema. Emmett siempre ha estado rodeado y apoyado por una familia numerosa y cariñosa. Su padre dice: "Todos le quieren con locura". Los hermanos mayores de Emmett han experimentado retos similares en sus vidas, por lo que siempre han podido relacionarse con él fácilmente. Aun así, sus seres queridos estaban a menudo en vilo, preguntándose cuándo iba a producirse su siguiente episodio explosivo. Emmett rara vez se daba cuenta de que estaba alterado hasta que era demasiado tarde, por lo que sus ataques de ira eran impredecibles y difíciles de manejar para todos.
Rob, el padre de Emmett, ha creado un blog sobre sus experiencias como padre de tres hijos con trastornos del espectro autista. Cuando Emmett tenía 9 años, Mightier pidió a Rob que probara Mightier y escribiera una reseña desde la perspectiva de un padre de niños con espectro autista. Al principio, Rob tenía dudas: muchas empresas quieren que pruebe sus productos. Pero cuanto más lo pensaba, más le parecía que podía ser una buena opción para Emmett, al que le encantan los videojuegos y al que siempre le ha fascinado el pulsómetro que Rob lleva en su reloj. Rob decidió probarlo.
"Lo más importante es que mejora la calidad de vida del niño en cuestión. Ayuda a que el niño sea más feliz".
Al principio Rob se mostró escéptico con Mightier, pensando "es imposible que esto funcione. Es demasiado fácil". Pero se dio cuenta de que la sencillez le funcionaba a Emmett. Rob se dio cuenta de que Emmett comprendía rápidamente la mecánica de juego de Mightier y relacionaba lo que ocurría con el aparato -el medidor de frecuencia cardiaca en pantalla de Mightier- con la dificultad cambiante de los juegos. A partir de ahí, Emmett no tardó mucho en establecer una correlación entre sus sensaciones y su impacto en el juego. En cuanto lo descubrió, se centró en ello. Rob señala que Emmett era muy aficionado a un juego que le resultaba especialmente frustrante. Si Emmett se frustraba mientras jugaba, le costaba aún más jugar. Entendía esta dinámica, así que cuando su ritmo cardíaco se elevaba mientras jugaba, sabía inmediatamente que tenía que calmarse. "Su misión era jugar, y se convirtió en un proceso para él".
Aunque muy pronto se convirtió en un experto en tranquilizarse mientras jugaba a Mightier, la familia de Emmett tardó algún tiempo en verle utilizar las habilidades de Mightier fuera del juego. Con el tiempo, dice Rob, "se veían los engranajes girando. Se paraba, extendía las manos y respiraba hondo". Especialmente al principio, respirar hondo no siempre funcionaba para Emmett, pero Rob pensó: "Oye, eso es increíble... porque aunque sólo nos dé unos segundos más de Emmett sin explotar, nos da una oportunidad para enseñarle otras habilidades de afrontamiento." Antes de jugar a Mightier, Emmett no se daba cuenta de que se estaba enfadando hasta que era demasiado tarde. Mightier le dio la capacidad de reconocer que se estaba enfadando antes de llegar al umbral y de entender cómo eso afectaba a su toma de decisiones. Al hacerlo, abrió una puerta para que su familia pudiera enseñarle las habilidades que necesitaba más allá de eso.
Rob describe Mightier como "brillantemente sencillo. Utilizas lo que ya les interesa y les ayudas a aprender a gestionar mejor sus emociones. ... Durante años no funcionó, pero entonces empezó a jugar a Mightier y funcionó". Rob reconoce que cada niño es diferente y que el proceso de Mightier puede ser distinto para todos. Pero para las familias que están dispuestas a trabajar para encontrar una rutina de juego regular, cree que merece la pena intentarlo. Rob ha visto cómo Mightier mejoraba la calidad de vida de Emmett, lo que ha repercutido en una mejora de la calidad de vida de toda la familia. "No estoy tan preocupado. No estoy tan estresado. Podemos hacer más cosas en familia. ... Lo más importante es que mejora la calidad de vida del niño en cuestión. Ayuda a que su hijo sea más feliz. Hazlo por tu hijo: todos los demás se beneficiarán de ello".
Puedes leer más sobre Emmett, Rob y su vida familiar en theautismdad.com.
