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4 pasos para ayudar a los niños a desarrollar la conciencia y la aceptación emocional: Guía para padres

por Jessica Ragnio, MSW, LICSW, y Directora Clínica Asociada en Mightier

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Algunas emociones sientan mejor que otras. Prefiero sentirme feliz a sentirme triste, y prefiero sentir emoción a sentir miedo. Pero no siempre podemos elegir cómo nos sentimos, y por una buena razón. Las emociones son poderosos comunicadores. Nos dicen algo sobre el mundo que nos rodea y sobre nosotros mismos. Puede que la tristeza no nos haga sentir bien, pero es una reflexión significativa sobre una esperanza o una experiencia. El miedo puede ser incómodo, pero indica algo sobre nuestras comodidades o preferencias.

Para todos nosotros, pero especialmente para los niños, es difícil separar los elementos "positivos" y "negativos" de cómo se sienten las emociones, de su valor e importancia subyacentes. Los niños suelen etiquetar emociones como la tristeza y la ira como "malas". De hecho, muchos adultos también lo hacen. ¿Cuántas veces has oído, o incluso dicho: "No te sientas triste" o "No deberías enfadarte por eso"? Este tipo de mensajes invalidan las verdaderas experiencias emocionales de los niños y refuerzan en ellos la idea de que ciertas emociones deben reprimirse, ocultarse o ignorarse. 

He aquí algunos pasos para ayudar a los niños a desarrollar la conciencia emocional y la aceptación de TODAS las emociones, no sólo las cómodas. 

  1. Modelar la conciencia emocional. Las grandes emociones, y las dificultades relacionales y de comportamiento que a menudo las acompañan, pueden ser duras. Los niños suelen decir que se sienten solos, que creen que les pasa algo o que nadie entiende por lo que están pasando. Junto con todas las fortalezas que acompañan a las grandes emociones (gran felicidad, profunda empatía, una voluntad fuerte), también puede haber un poderoso sentimiento de aislamiento. Por eso es importante modelar la conciencia emocional. Cuando los cuidadores muestran conciencia de sus propias emociones, se normaliza el proceso de pensar y hablar sobre las emociones. Indica que todos luchamos a veces con nuestras emociones y que no hay que avergonzarse por ello. Modelar una conciencia emocional sana y la aceptación es también un factor clave para ayudar a los niños a desarrollar la conciencia y la aceptación de sus propias emociones. 
  1. Practica la atención plena. Las emociones no son sólo pensamientos en nuestra cabeza, son experiencias fisiológicas completas. Un ejemplo clásico de ello es el dolor de estómago que indica ansiedad en lugar de malestar estomacal. Requiere un poco de observación y práctica, pero crear conciencia de esa conexión mente-cuerpo y comprender las señales corporales es muy importante para los niños. Además, como cualquier actividad de modelado, normaliza el hecho de que todos tenemos emociones, que todos tenemos problemas y que no hay que avergonzarse por hablar de ello. Aquí tienes un mapa corporal en el que niños y adultos pueden dibujar cómo se sienten las distintas emociones dentro del cuerpo. Utiliza esta herramienta para conversar con tus hijos sobre las distintas formas en que el cuerpo comunica las emociones. 
  1. Modelar la aceptación. Los niños a menudo nos siguen en nuestra forma de pensar, hablar y actuar. La forma en que abordamos nuestras propias emociones y la capacidad de ser abiertamente comunicativos y autorreflexivos es algo de lo que se contagiarán. Para los niños a los que les cuesta aceptar y comprender sus propias emociones, es importante que vean a los demás hablar y pensar sobre las emociones de forma honesta y sin juzgar. Esto puede significar identificar las emociones por su nombre (ira, ansiedad, sensación de agobio), o incluso por sus metáforas Mightier (zona roja, zona azul, lavas que salen). Todas las emociones, incluso las difíciles, son valiosas y merecen atención. Demuestre la aceptación emocional de la forma que mejor le parezca en su casa. Esto puede significar hablar de preocupaciones o decepciones en situaciones de la vida real, o sacar la lista de lavalings y crear narraciones para cada uno de los personajes. O simplemente jugar a Mightier, decir que cuando algo es difícil o frustrante, hay que respirar hondo y volver a intentarlo. Aquí tienes una hoja de ejercicios para ayudar a los niños a pensar en lo que les lleva a sentir emociones difíciles. Los padres también pueden hacer una para ellos y convertirla en una actividad compartida. 
  1. Utiliza frases "y". Las emociones no existen de forma aislada. Podemos sentirnos emocionados Y nerviosos, tristes Y esperanzados, enfadados Y agradecidos. Experimentar varias emociones a la vez puede ser complicado y, a veces, difícil de separar. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños más pequeños, que aún no han desarrollado la capacidad cognitiva para mantener dos conceptos de este tipo en su cabeza a la vez, o en el de los niños que tienen dificultades para pensar con flexibilidad y adoptar una perspectiva. Los cuidadores pueden facilitar a los niños la comprensión de la complejidad de las emociones modelando las afirmaciones "y" en torno a sus propios pensamientos y sentimientos. Al igual que los pasos anteriores, esto ayuda a los niños a empezar a ver y comprender sus propias experiencias emocionales y les indica que todas las emociones son válidas y valiosas.
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