
La crianza de los hijos, al igual que un viaje por carretera, refleja la imprevisibilidad de la vida. Navegar por este viaje con un niño diagnosticado con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) añade una capa extra de complejidad. Las siguientes estrategias pueden ayudar a los padres a entender y manejar mejor las crisis del TDAH, así que abróchense los cinturones y prepárense para un viaje más tranquilo.
1. Cómo reconocer las crisis del TDAH
Los niños diagnosticados de TDAH suelen tener problemas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención. A veces, estos comportamientos pueden hacer que el niño tenga dificultades para autocontrolarse y expresar sus emociones. Cuando lo están pasando mal y se sienten tristes, decepcionados, frustrados o disgustados, pueden expresar estas emociones a través de un arrebato de ira o un comportamiento desafiante.Como padre, es importante reconocer esto como un síntoma de TDAH frente a un mal comportamiento. Debido a que padece TDAH, es posible que a su hijo le cueste más regular sus emociones que a sus compañeros y que necesite apoyo adicional, como técnicas de control de la ira o explorar la medicación para el TDAH para mitigar estos problemas.
2. Identificación de los indicadores de Meltdown Meltdown
Los padres de niños pequeños están familiarizados con las banderas rojas que indican que se avecina una crisis. La irritabilidad, la frustración y la defianza pueden ser advertencias de que las emociones pueden intensificarse en cualquier momento.
Sin embargo, si su hijo entra con frecuencia en crisis sin previo aviso, parece especialmente agresivo, hostil, violento o le cuesta mucho calmarse, puede indicar que existe un problema de salud mental subyacente. Si observa este tipo de crisis, puede ser útil hablar con el pediatra sobre cómo ayudar a su hijo.
3. Reconocer los desencadenantes de las crisis del TDAH
Los desencadenantes son situaciones que provocan una reacción. Los desencadenantes que son el catalizador de una reacción conductual, como una rabieta, son diferentes para cada niño. Es útil que los padres reconozcan los desencadenantes únicos que pueden provocar un arrebato de ira en su hijo.
Una forma de hacerlo es prestar mucha atención a las circunstancias que pueden haber provocado una rabieta o una crisis. ¿Tenía hambre, estaba cansado, tenía demasiado frío o calor, estaba aburrido o sobreestimulado? ¿Se acumuló una serie de pequeñas frustraciones o contratiempos a lo largo del día? ¿Hubo alguna situación en la que su hijo se sintió desoído o incapaz de comunicar sus necesidades? ¿Hay algún momento del día o alguna actividad que le resulte problemática?
Una vez que conozca mejor los factores desencadenantes de su hijo, usted y él podrán trabajar juntos para gestionar los momentos difíciles cuando surjan.
4. Apoyo parental durante las crisis
Controlar las crisis del TDAH requiere paciencia y autocuidado. Explore estrategias que le ayuden a cuidar de su propia salud mental y a recargar sus reservas emocionales. Cuando surja una crisis, tómese un momento para hacer una pausa. Reconozca que sentirse frustrado en esos momentos es humano. Considera la perspectiva de tu hijo -lo que está sintiendo y experimentando- y recuerda que sus comportamientos difíciles no son intencionados.
5. 5. Comunicación eficaz
Cuando se produzca una crisis, intenta mantener la calma y comunicarte con claridad. Puedes mostrar empatía a tu hijo validando verbalmente sus emociones y haciéndole saber que estás disponible. Por ejemplo: "Sé que irse a la cama es difícil cuando te estás divirtiendo, y veo que estás enfadado. Voy a respirar hondo. Puedes unirte a mí cuando estés listo".
Una vez que tu hijo se haya calmado, hablad sobre su perspectiva y sus comportamientos y practicad estrategias sobre lo que ambos podríais hacer si se diera una situación similar en el futuro.
6. Desarrollar habilidades de regulación emocional
Ayude a su hijo a desarrollar habilidades de autorregulación para gestionar las emociones intensas y limitar las crisis del TDAH. Practique actividades como la respiración profunda, el conteo o el uso de herramientas para aliviar el estrés(como Mightier!) durante los momentos de calma. También puede consultar estas Maneras creativas de calmarse. El objetivo es practicar estas habilidades con regularidad para que sean más accesibles cuando su hijo más las necesite.
Conclusiones: Una crianza más tranquila
Comprender las necesidades de su hijo, identificar los desencadenantes y fomentar la comunicación eficaz y las habilidades de autorregulación pueden transformar su experiencia como padre. Si maneja las crisis del TDAH con empatía y estrategias proactivas, allanará el camino hacia un futuro mejor tanto para usted como para su hijo.
Empiece a ayudar a su hijo a desarrollar habilidades para la regulación emocional.
Mightier ayuda a los niños con TDAH a recuperar el control de sus emociones. Los juegos de biorretroalimentación deMightier permiten a los niños ver cómo sus sentimientos influyen directamente en su ritmo cardíaco. Al utilizar estrategias de afrontamiento en el juego, los niños refuerzan su capacidad natural y automática de regular las emociones en la vida real.
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