La ansiedad es un sentimiento visceral, una reacción de lucha o huida ante un antagonista a menudo desconocido. Puede ser frustrante y debilitante para su hijo. He aquí algunas formas de ayudar a los niños a controlar la ansiedad para que afronten el futuro cómodamente y con confianza.
1. Mindfulness
Incorporar el concepto de mindfulness a tu vida no sólo ayuda a los niños, sino que puede convertirse fácilmente en un proyecto de autocuidado para toda la familia. Si bien es cierto que la práctica de la atención plena tiene importantes beneficios para aliviar los síntomas de la ansiedad, también es una forma sencilla de encontrar más gratitud, relajación y disfrute en la vida cotidiana, independientemente de la edad o del estado de ánimo general. Mindfulness puede significar muchas cosas diferentes, pero, en esencia, se trata de centrarse en el aquí y el ahora. Los ejercicios de respiración profunda, el disfrute de sensaciones físicas sencillas, como la sensación de los pies descalzos sobre la hierba, y la reorientación de la atención hacia pensamientos positivos son componentes de la práctica de la atención plena. Hay muchas formas de empezar a practicar la atención plena en familia. Por ejemplo, puedes descargarte una aplicación de mindfulness, comprar libros para toda la familia que te sirvan de guía o pedir a cada miembro de la familia que comparta una afirmación positiva alrededor de la mesa para facilitar el inicio de una práctica de mindfulness constante.
2. Proyectos artísticos
La creatividad inspira confianza y proporciona una salida sin presiones para comunicar ideas y emociones complicadas. El arte ayuda a sobrellevar la ansiedad, fomenta la autoexploración, permite a los participantes ensuciarse un poco y es una forma divertida de explorar nuevas experiencias sensoriales. Trabaja con hojas imprimibles para colorear y lápices de colores, esculpe algo con plastilina, haz limo casero o recorta imágenes de revistas y utiliza pegamento con purpurina para crear un collage o un tablero de visiones. Las opciones son infinitas, pero asegúrate de insistir siempre en la importancia de divertirse en lugar de dejarse paralizar por el perfeccionismo. Oriéntale un poco, por ejemplo, pidiéndole que cree un autorretrato o que represente un acontecimiento o una emoción determinada, o deja que planifique su propio proyecto y que después hable de lo que significa para él. También puede incorporar elementos de terapia cognitivo-conductual a su actividad artística invitando a su hijo a decorar una "caja de preocupaciones". Cuando se sientan ansiosos, ayúdales a anotar sus sentimientos, pregúntales si se les ocurre alguna medida que puedan tomar para aliviar esos temores, como estudiar o practicar, y sugiéreles que depositen ese malestar en su caja de preocupaciones una vez que le hayan prestado la atención que merece. A veces, el mero hecho de reconocer una preocupación y decidir dejarla pasar puede ser útil para aliviar la ansiedad.
3. Actividad física
Quemar energía extra es bueno para la mente y el cuerpo, y es esencial para tener una infancia sana. Asegúrese de que su hijo pasa mucho tiempo al aire libre, pero considere también la posibilidad de que practique algún deporte o actividad que le ayude a mejorar su autoestima. Si su hijo sufre ansiedad social, explore opciones como las artes marciales, el yoga, el tenis, el atletismo, la equitación, el golf o la gimnasia. Estos tipos de deportes y actividades pueden ayudarles a experimentar la interacción social y la sensación de logro que conlleva la superación personal, sin la presión de los deportes de equipo. Las actividades físicas como las enumeradas anteriormente son especialmente beneficiosas porque es fácil ser testigo de los propios progresos a medida que se perfeccionan las habilidades necesarias, lo que aumenta gradualmente la confianza en uno mismo.
4. Distracciones saludables
Hacer un esfuerzo concertado para mantener el cerebro ocupado es útil cuando se trata de calmar una mente acelerada. Anime a su hijo a leer sus libros favoritos, a escribir en un diario o a apretar una pelota antiestrés si experimenta el malestar físico que suele acompañar a los pensamientos ansiosos. Ayúdele a practicar cómo desviar la atención de su diálogo interno hacia algo externo en lo que pueda concentrarse. Reconocer la ansiedad por lo que es e identificar mecanismos de afrontamiento saludables para manejarla puede ayudar a los niños ansiosos a convertirse en adultos seguros de sí mismos. Si sospecha que su hijo padece ansiedad infantil, ayúdele a comprender lo que está experimentando, investigue opciones como la meditación y la atención plena, técnicas de terapia cognitivo-conductual u otras estrategias de autoayuda, y considere la posibilidad de programar sesiones de terapia u otro tipo de ayuda profesional si su hijo sigue teniendo dificultades para controlar su ansiedad.
5. Diario
Para muchas personas, dar el paso de nombrar su ansiedad, o la fuente de su ansiedad, es un paso poderoso para sentirse mejor. Algunos niños son capaces de nombrar su ansiedad en conversaciones con familiares, amigos o profesionales de confianza, mientras que a muchos les cuesta hablar de su ansiedad. Para los niños que se encuentran en estas dos situaciones, tener un diario -un lugar donde puedan mantener una conversación consigo mismos sobre su ansiedad- puede ser muy útil. Y hay muchos tipos de diarios, así que hay algo para casi todo el mundo. Si echas un vistazo en Internet o en una librería, encontrarás diarios estructurados, con actividades e indicaciones, diarios llenos de páginas en blanco y todo lo que se te ocurra. Y si a tu hijo no le interesa llevar un diario, tampoco pasa nada. La mejor actividad para calmar la ansiedad de un niño es aquella que le gusta y le ayuda a sentirse un poquito mejor.
Nota de Mightier Clinicians
Los trastornos de ansiedad tienen muchas formas y tamaños, y pueden incluir desde el malestar de una leve ansiedad por separación hasta la sensación de terror físico que acompaña a los ataques de pánico. Algunos niños pequeños son preocupones de nacimiento que superarán sus sentimientos de ansiedad a medida que adquieran más experiencia vital. Otros pueden padecer un trastorno de ansiedad generalizada y necesitar terapia cognitivo-conductual, terapia familiar u otro tipo de intervención profesional para progresar en su salud mental. Sea cual sea la gravedad de la ansiedad de tu hijo, hay muchas actividades caseras que pueden ayudarle.
